Sobre una china, piedra algo mayor
Que un chinarro, en forma de asnillo
Mi amigo y yo orinamos a lo alto
Varias veces, y a lo bajo
Uno detrás de otro
De modo que siempre uno mee al aire
Al exterior de la prisión de Cervantes
En Argamasilla de Alba, Ciudad Real.
Es una piedra de los hornos de Almadén
De color, ahora mismo
De azúcar moreno.
Nos acordamos los dos de lo malo
Que lo tuvo que pasar Cervantes
En una habitación parecida
A unaembarcaciónpequeña
Que tenía una herrumbrosa cama
Con un tejido de mimbres a su alrededor
Y un chinchero para recoger las chinches.
- Chinchín, Chindasvinto, le digo
Chincha Raviña
Que yo ya he terminado.
- Yo también guardo mi pingolo, pájaro.
Entre meada y meada
Se nos aparecieron sentados enlapiedra
Don Quijote y Sancho Panza.
- ¿Porqué lloras,Panza ?
Le pregunta don Quijote.
- Lloro porque esos, que no conozco
Han mojado a Rucio y la zamarra mía
Y me duelen lospecados de quienes joden
Por joder de noche y día.
- Pues amí me duele,Panza
Que la gloria esté llena
De pedófilos, maricones y prevaricadores
Como Sodoma y Gomorra
Mientras, a las puertas del infierno
Esperan beatos y beatas
De la ciudad de Samaría.