- Zumbido de girnaldas (extrait)
“Zumbido de guirnaldas” a través de su poesía nos lleva a una sucesión de escenas que nos invitan a experimentar climas, ritmos, vivencias de una historia contada por fragmentos discontinuos. Quizá, a mi gusto, esa sea su mayor virtud. Su ruptura con la cronología, con la linealidad, con una idea del tiempo. Es por ello que mi aporte a esta obra es escribir un poema que dé testimonio de la experiencia de su lectura, de sus efectos.
Las guirnaldas me trajeron el viento,
y el viento me lo dictó.
Jeuroz’16
Luego de la invitación. En los comensales la ironía columpia la vanidad de los postigos.
Escarcha escondida. Y en los volados del hastío se escarba. Prisionera es la sortija donde escurre la infancia. Los pies aunque flexibles inhiben el meneo.
Arde en chacota, avasalla. La ignorancia lija.
La coraza al esperar titilando mortifica. Es en la desintegración cuando encandilan. Sobre hierros enroscados sucumbe la máscara : eje ilusorio que escoltó mi existencia. Cerrando el movimiento mi cuerpo sin sorpresas se mortifica.
¡Ah !, el ayer…emerge.
desabotono las pesadillas en el baldío. Vigilo el escondite
...por si irradia
versos de una incipiente estrofa que
acaso
engarzaré.
Una flecha si confunde esteriliza la ficción y el exterminio gotea. Mi niña aturde a la mujer, dispara lo luctuoso. Un tango que masculla lo que añora y es indómito. Mientras se aleja, mientras se aleja predomina ahuyentando. Con lo que instala provoca mi afán de cercanía.
Fallecen guirnaldas en flecos.
Celebro la poesía fragmento, iluminación fugaz en la oscuridad del relámpago.
Juan Eugenio Rodríguez