Durante una cena entre amigos, le pregunté a una chica, cual tórtola halagüeña, que cómo debía de ser el hombre con el que sueña, ese que se lleva por los montes de los sueños para que nadie les vea, o cuando van al corral a por los huevos de la gallina clueca. Ella me contestó :

- El hombre que yo quiero debe estar cubierto de pelo y un eventual estrato adiposo para impedir, cuando nos abracemos, la pérdida de calor.

- Tiene que estar provisto de un pechote musculoso, provisto de glándulas cuasi mamarias, atróficas, tanto o más que sus brazos, piernas y tórax.Sus pelos de la cola deben ser como los del topo, que salgan del bulbo pilífero o raíz circundada como si fuera la cola del puerco espín.

- Mi tipo de hombre es de robustez, lanoso rizado, bien rígido y erecto, que me proteja contra la dispersión del calor y me penetre como hace el armadillo, el pangolín ; y sienta yo su pelaje renovado tanto en invierno como en verano, en la espalda y en las costillas.

- Quiero que su cola se eleve gracias asus pelos que se levantan por medio de fibras musculares, los arrectorespilorum ; y que aél le encante mi concha adulta, desnuda de pelo, y que muestra distintos colores como la de las monas, con papilas o labios alargados y queratinizados de ensueño.

- No quiero que elhombre que yo quiero tenga un estuche córneo persistente como los cavicornios que se van de putas, y llevan cuernos que se desprendenfácilmente, o se les renueva como a los cérvidos.

- Las uñas de sus dedos largos y finos deben de estar bien cortadas y sin mugre ; que no tengan pluma de maricones. No quiero que sus sobacos tubulares sean sudoríperos o sebáceos que producen una secreción grasa que se extiende por la superficie de la piel hasta su nabo.

- Quiero que la secreción de su cola, que debe de estar cerca de la abertura anal y en la región inguinal, sea blanca y olorosa, como las glándulas perianales y anales de muchos carnívoros, y las del prepucio de muchos roedores.

- Su cráneo,¡ay, su cráneo. Quiero que tenga un cráneo de perro, que se desarrolle por encima de los huesos faciales ; y sus huesos occipitales se articulen con la columna vertebral atravesada por el foramen magno.Deseo que no tenga procesos paranormales o esquizofrenoideos, como los que tienen los Asnos y Jumentas que se arriman a un convento.

- Sus cornetes nasales no les quiero homologados como los de los reptiles y los primates. El septo nasal y su vómer le quiero fino y en piquito ; que no sea escamoso ni petroso como los de los mastoideos y reptiles que van a la guerra.

- El hombre que yo quiero debe venir de frente, con la cola tiesa, digna de entrar a la bóveda palatina de mi paladar blando de entrepierna ; y que se pueda soldar en la línea media de un hueso único, en cuya articulación participe la caja timpánica, que repite : "Tan guapa es esta mujer, que me he enamorado de ella".

- Quiero que su columna vertebral sea digna de un amniofero, y que con sus discos intervertebrales, que se intercalan entre las vértebras, haga música como la de Manatus y Choloepus ; Bradypusy el perro de Martín. Música sacra soldada al hueso sacro articulado con el ilión, y muy variada según la longitud de la cola.
 Esta chica me dejó la boca abierta. Quedé estupefacto, con mi culo fuera dela región sacra. Le dije así, como quien no la quiere :

- A tu puerta no vendrá hombre como el que tú quieres. Y, menos, por tu cara bonita. Tu no espera un caballero que el pecho o las ancas te oprima. ¡Con el que tú sueñas, lloras y suspiras es con un cerdo ¡