Escenario. Un pasaje lleno de sombras, y en el centro, un círculo de luz que enfoca al Hombre, ataviado de levita y pantalones severos. Al abrirse el telón, está yendo de un lado a otro del escenario, y, de pronto, deteniéndose, habla.
El Hombre. La cuenta regresiva para el gran día del Señor, ya está corriendo.
Nada es al azar y el solo hecho de ver el avance del mal en el mundo, nos evidencia que se está reuniendo este ejército espiritual para intentar vulnerar al pueblo de Dios.
Se dictan medidas antimorales, contra naturaleza y se les asigna el nombre de preferencias, cuando no existe tal cosa. Naces hombre o mujer. Todo está en la mente y ese es el campo de batalla dónde los espíritus malignos trabajan. Lecturas de la mano, el tarot, la búsqueda de hechiceros, el zodiaco. La explosión del ocultismo con todas las caricaturas orientales que tienen una fuerte tendencia animista. El relajamiento total de la moral, las resquebrajaduras en la familia que va en vías de extinción, mientras el hombre moderno vive atrapado en su celular, descuidando a su familia y su propia vida espiritual, porque es más fácil pasar dos horas en el facebook que leer al menos un salmo. Y el hombre común se refugia en el alcohol, el cigarro y las diversiones para escapar de su soledad, cuando ese vacío solo puede llenarlo Dios.
La cuenta regresiva ya está sonando. La cuenta final.
¿De qué lado estás ? ¿Con el inicuo, el diablo y todo su sistema de placeres, o con el Dios Todopoderoso que vendrá pronto para poner orden en este mundo ?
Tú tienes la respuesta.
(El Hombre sonríe y el telón cae terminando la obra).