OH DESCUBIERTO DIA.

Puedo la vida
no será tanto y es la vida,
con sus sombras que soplan
hasta los augurios contrarios…
Pero yo y el viento
adoramos los barcos
y la travesía es cosa nuestra.

¡Oh descubierto día !

hermoso para desenterrar trampas
está claro el retablo de maravillas
son hermosas las nubes
y transparentes las figuras,
la llovizna cae torrencial e invisible,
la creación es de incógnito
como lo primero que se hizo
carne soplada en el fuego de ambos colores
el corazón se abre lento
llamada puerta que responde
y el ave orgullosa y brillante del tiempo,
come de nuestra mano, de nuestro alimento,
sueña para nosotros,
hay un sol recostado en el borde
haciendo causa con los deseos,
inquebrantable como cristal templado
y el pecho se vuelve mar
mar de honestos levantamientos
y exacto ritmo.

Dentro del instante, aparece lo común,
esa fuerza que ninguna máquina registra
pero que llega
a su lugar ineludible.

No hay que inventar,
lo dado está sin dormir
lejos, muy lejos de la muerte
y sus consecuencias :
la presencia entra como tal,
por su propio pié alado
casi de semi-dios
y el don,
poder recibir con las naturales reverencias…
es como si fuéramos especialmente para ello,
y jugando con las esferas minerales y ligeras,
disfrutamos la música
música
en el más dorado silencio.

No importa el absoluto del origen
porque nos multiplicamos
ya somos muchos
y únicos
dentro de nosotros mismos,
veo la transparencia
las ausencias que deben ser,
desanudo la garganta, el pecho,
enlazo las espaldas
y aspirado el cielo en su tono imborrable,
ya no tiene más nada que preguntar.

Dejo al brillo siguiendo su río,
hay hueso y luna, carne y solaridades
de potencias increíbles, arenas dibujadas
y piedras marcadas…
realmente es tanto y tan lleno
para el vacío ;
el cuerpo, ése, explicado e inexplicable
es para habitarlo sin límites. 
 

SIN NINGUN PUNTO COMUN

Existen algunas luchas
sin ningún punto común
ni necesario
con el ciclo lunar :
bajo el paraíso de las tormentas
hay que sabotear las caídas,
hay que extraer
otro hombre profundo
del mejor y más elástico barro,
en cálidos vientres de absoluta calidad,
jurando
luz
para sus ojos,
fuerza
para sus miembros
y un nivel nutritivo
despojado de raíces y tubérculos amargos,
con perfume de sol y armas lícitas
tan pronto como los vientos termales
certifiquen la temperatura adecuada,
en la latitud que nos corresponda,
y cristalice
la más próxima sangre
con belleza y honor.

ME PERTENECEN

Me pertenecen
a la luz de las sinrazones totales,
las ondulaciones,
la energía
las simplezas de la eternidad
aspiras, retienes,
ese vocablo húmedo
por haber llegado antes
que la dureza de las huellas
arrebatase la inocencia,
con el paso blando, más rico
la corteza hormigueante
movilizada por los recuerdos y el rocío,
el tronco mil veces poblado
y puramente desnudo
aparentemente, oh engaño, sin raíz.

Existe este paso de un mundo,
por el otro, y se conocen los caminos
por el mismo camino
y yo en el lomo ligero
con una certeza preciosa,
desconcertante como animal libre.

Quiero decir
ya no más el espacio
ni estrellas ambulantes
ni dejar de oír el árbol
y recoger sus regalos
por escuchar las blasfemias de los incrédulos.

A TRAVES DE LA PIEL

A través de la piel
refulge mi sangre
como caballo color celeste,
como cristal de roca,
pastando en la hierba más fresca
golpeando la húmeda tierra
junto al aroma casto de lo real :
robándose en persona
las antes inconcebibles estrellas,
distribuyéndose en el más erecto y lleno
árbol de vida y vida ;
sabiendo que, definitivamente,
pertenezco a ella y sus consecuencias.

No acepto fuegos artificiales
ni sonámbulos arreglos,
más bien, profundos oleajes,
aún, la extraña soledad de un ocaso completo.

Aquí, lo digo, presente en un sueño
hecho cuerpo de su propia carne y nosotros,
autónomo, rico, purísimo,
casi un secreto universal.

LO AJENO EN LA CERCANIA.

Anfitriona perecedera,
reconocí lo ajeno en la cercanía
y puse en su lugar y punto
a cada hora
a cada pájaro y muñeco de madera ;
y me apropié de mí misma,
en el acto heroico
y no último,
de adversar con la argamasa, cosas de ladrillos ;
con la luna,
cuadradas cosas de antes.

Y hoy conmigo misma
he clavado mi nombre sobre la tierra,
en arcaica espiga
y mi moderno
arcoiris, el cual pregona,
en voz de siete voces,
la humana condición animal,
la tipicidad inescrutable
del tiempo que pasa, dicta y copia,
y sé que soy parte de la descendencia
espejínea y multilateral
de las arenas y otros materiales que transportan
las raíces más graciosas
y los vientos más importantes.

DE NOCHE

De noche
planeo, silente
con el viento,
sin instrumentos
a mi favor.

Huyo
de la profundidad
del mar
de la rapidez del dolor :

hija del mundo,
todavía me muerden
sus sombras,
las extensas espinas
de los jardines maltratados

y los pensamientos
de desamor continuo
que no logro arrancar
de la corteza terrestre.

MI VERDADERA CASA

Mi verdadera casa
es la Poesía :

de ella sale el amor
diariamente
ataviado de oro rosa
con mi corazón
al frente de su diadema :

para recorrer el mundo presentido

desnudo de pies
o volando de manos
o suelto
entre los pájaros más invisibles
pero siempre,
con la mirada larga

una de las más

cortas

distancias
entre dos puntos.

EUNICE ESCALONA.