Escenario. Un gran bosque, poblado de flores rojas. En medio de ello, una enorme poltrona, sobre la cual, el Hombre está sentado. Al abrirse al telón, habla.
El Hombre.
¡Canten aves canoras por el destino del mundo¡
Hemos destruido nuestra isla hogar, con la contaminación tóxica, nuestro Internet que viaja por cables submarinas que emiten C02, y estas rayan la atmósfera y la laceran. Talamos los árboles, y nos llenamos de polución. Estamos destruyendo, no construyendo.
Y el mundo se cae a pedazos, por la ignominia, por los intereses y la avaricia humanas.
¿Por qué en lugar de afectar al ambiente, construimos un oasis de paz, cultivamos árboles, los regamos con amor y levantamos nuestra tierra ?
¡Oh humanidad, despierta tu consciencia !
(El Hombre sonríe y el telón cae, terminando la obra).