Al cruzar la puerta del templo de la Iglesia Presbiteriana, la Santísima Trinidad, en Dziuché, en compañía de Chanita y de Chusín, nuestro hijo, sentimos la energía proveniente de nuestro Creador, al fortalecernos.

Luego de las presentaciones Chusín tomó el micrófono y comenzó su predicación sobre la tentación en el Edén, basado en el libro de Génesis capítulo 3, versículos del 1 al 6, de la Biblia, que nos narra de como el ser humano enfrentó con la prueba más grande a la que sería sometido, y que la oferta de Satanás, era la de que alcanzaría la misma capacidad de Dios, al obtener el conocimiento tanto del bien como del mal. Eva fue engañada con la promesa de una vida muy superior, aunque la orden directa de Dios era la de no comer del árbol de la ciencia del bien y del mal, no obstante que Dios sabía la razón del por qué prohibía esto, pues el hombre no estaba preparado para recibir este conocimiento, y por eso primero puso a prueba la obediencia. Y al fallar Adán, quien era la cabeza de la raza humana, envolvió a toda su descendencia en la muerte. Sin embargo Jesús, como segundo Adán, cumplió la ley, y nos ofrece vida eterna si respondemos a Su llamado.

Culminó su mensaje con el hecho incontrovertible de que el evangelio es la oferta de Dios por la fe en Jesús, porque si crees en Él como tu salvador personal obtendrás la vida eterna.

Chusin hizo una pausa significativa

---La paz que deseamos sólo Jesucristo nos la puede dar –dijo—. Amados hermanos y amigos : Si quieren aceptar a Jesús como su salvador personal o renovar sus votos, los invito a cerrar los ojos, y a que hagan en voz baja esta sencilla oración : "Señor Jesús, te ruego entres a mi corazón como mi salvador personal y me des la vida eterna. Amén.

En ese ínterin Chanita con su hermosa voz, y yo con la guitarra interpretamos « Eran cien ovejas », y en esa hora del llamado veinte almas hicieron su decisión de recibir a Cristo en su corazón, como su salvador personal.

---Ruego a las personas que hicieron su decisión, se pongan de pie —solicitó Chusin—, se acerquen a este templete para que los consejeros les tomen sus datos.

Al ver pasar a la gente a recibir al Señor Jesús, mi corazón se puso muy alegre porque esas veinte almas propiciaron que el Cielo estuviera de fiesta gracias a la decisión más bella y fuerte que hicieron esa noche, la mejor de su vida.

Los organizadores nos invitaron a compartir el pan y la sal y cenamos deliciosamente.

El sábado por la tarde, junto con el hermano Diego, nuestro proyectista de cine, los hermanos nos convidaron a degustar un sabroso guiso de la cocina yucateca.

En la noche, luego de la proyección de otras dos películas, Chusín predicó de nuevo, basándose en el evangelio según San Mateo, capítulo 11, versículos 28 al 30 que nos hablan de la invitación clara de Jesús, de dejar nuestras cargas en Él :

Vengan a mí todos los que estén cansados y agobiados, que yo los haré descansar. Acepten mi enseñanza y aprendan de mí que soy paciente y humilde. Conmigo encontrarán descanso. Mi enseñanza es agradable y mi carga es fácil de llevar.

El llamamiento en si lo hace el contexto de los versículos 28 al 30 : ¿Quieres dejarle tus cargas a Jesús ? Pídele que entre en tu corazón. Acéptalo como tu Salvador y de paso obtendrás la vida eterna.

Después del llamamiento Chanita y yo cantamos : “La puerta. La puerta es Cristo para entrar al reino celestial. Si tú quieres participar, apártate del mal”.

Nuestros cantos de esos dos días de campaña, con la inspiración del Espíritu de Dios, fueron instrumento del Señor para traer ovejas al rebaño

Y esa noche más almas decidieron a aceptar a Jesús como su salvador personal, y la fiesta continuó en el Cielo gracias a esas nuevas almas que hicieron su decisión de seguir a Jesucristo, aceptándolo como su salvador personal.

El domingo en la mañana interpretamos con muñecos de guante, la obra de teatro guiñol “el corazón”, y al hacer el llamamiento, 50 niños hicieron su decisión.

En la noche se proyectaron otras dos películas y el tema de la predicación se basó en el salmo 23 que nos dice que Dios nos pastorea, es nuestro proveedor y cuidador, y en el llamamiento más acudieron a los pies de Jesucristo.

 Al finalizar cada actividad evangelizadora, los consejeros atendían a los recién convertidos aconsejándoles leer regularmente la Biblia, les enseñaron que es la oración y la pusieron en práctica, y la recomendación final : a hablar a otros de Jesús.