(Nuevo desafío Escritura)
Discurría fantásticamente mi dormir y daba por cierto en las imágenes o ideas lo que en carne no lo es. Sueño con la Venus de las Pieles, de Sacher-Masoch, a quien Gerineldo de Castilla desvestía con la lengua los pelos como Princesa del Chumino, soñada y figurada, haciendo yo lo mismo con cuentas galanas concibiendo esperanzas ilusorias de besar y gozar a esta Venus encarnadaen las Venus del MAREA, Museo de Arte Erótico de América, Venus aparecidas en la Revista OJOS, de quienes hesacado, y a quienes beso tres veces bien concibiendo esperanzas ilusorias de gozar y poseer estas bellas, hermosas y apetecibles mujeres, sintiéndome palote y excitado, que, cuandome acuesto, las besoy me meo ; a la media noche, erecto comoun mili troncho, soldado de un campamento militar, me peo y corro ; y a lamañana, contemplando la entrepierna de estas féminas, donde se me aparece una miloca, cierta ave rapaz nocturna parecida al búho, especie de bejuco tropical y su flor que ha parido multitud de sabios y personajes célebres, me cago ; aunque mis amigos no lo creen, y me dicen, al despertar : “Menos lobos, Caperucita.Eso no son más que cuentos o fábulas de tu mente cuya urdimbre se compone de milpelos, ya sabes de dónde”. Y yo les respondo : pero, al fin y alcabo, son pajotes, que cantan el Gloria Excelso, como las hostias de Milano su modo de pajear.