Escenario. Al abrirse el telón se ve el fondo de un bosque talado y quemado. El Hombre, vestido de leñador, se pasea entre los escombros. Al abrirse el telón, habla.
El Hombre.
¡ Si pudiera comprimir el tiempo en gotas de rocío, y diese alas a la esperanza¡ Si tan solo pudiese dibujar la sonrisa del mundo y no caer de hinojos ante la maldad humana.
Hemos destruido nuestro hábitat en nombre del progreso.
Han muerto mis hermanos los arboles en el infernal holocausto de los incendios forestales y la voracidad de quienes llaman civilización a nuestra sistemática destrucción.
¡Oh humanidad, asesinos de la esperanza y el futuro !
Es hora de levantar la mano y detener la debacle de nuestro moribundo mundo.
Somos mayordomos de la naturaleza, y es nuestra responsabilidad cuidarla.
(El Hombre se detiene, sonríe tristemente y el telón cae, terminando la obra).