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Article publié le 11 juillet 2021. oOo Escenario. Una duna del desierto, en la que hay una vieja poltrona, dónde el Hombre está sentado. Al irse de la comodidad de su lugar de origen, Abram emprende un muy largo camino. La promesa divina dice : "Y haré de ti una nación grande, y bendecirte he, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición" (Gen. 12:2). Al ser cambiado su nombre por el de Abraham, se reafirma la validez de la misión encomendada : Cumplir el propósito de Dios. En esta promesa está implícita la regla de la misión del creyente : Obediencia y fe. ( El Hombre sonríe y el telón cae terminando la obra). |
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