Escenario.
Una enorme poltrona sobre la cuál está sentado el Hombre. A sus espaldas, un atardecer teñido de rojo.
Al abrirse el telón, el Hombre habla.

El Hombre.
Es una triste realidad, muy lamentable, que la violencia se ha generalizado y se está volviendo muy normal. Y no me refiero solo a la violencia de balazos, secuestro y demás, si no a la doméstica. En los hogares cada vez más los hijos ya no respetan a los padres, les gritan y hasta pueden demandarlos a derechos humanos. Mi santa madre nos regañaba y se respetaba su voluntad. Ahora, la autoridad de mamá y papá, se disuelve entre hijos maleducados, y groseros. Y en las parejas, se revisan el celular, se humillan unos a otros, se andan espiando uno a otro. Eso es violencia. Y se viven relaciones Chernóbil, bien tóxicas, y los hijos copian patrones y el síndrome de Estocolmo doméstico, se perpetua. Todos los hombres son mujeriegos, te dicen. Esos son estereotipos nada más.. también hay mujeres desvergonzadas que andan de cama en cama. Es muy lamentable que la célula de la sociedad, que es la familia, está infectada por el virus de la violencia. En el violentometro revisar el celular, es nivel alto. El más fuerte, de 30 puntos en el violentometro es el asesinato. ¿Vives esa situación ? ¿Estás con un o una narcisista ? El narcisista no te ama. Te somete, te , humilla y te hace de todo. Pero te mantiene seducido y te engalana. O del otro lado, vives con una persona chantajista, que te envuelve como si fuera una araña , y estás atrapado en una telaraña de promesas, de violencia, y si a esto le sumas el patrón alcohólico, vives en tu propio campo de concentración, peor que si fuera la época nazi. Y lo sigues permitiendo, poniendo de justificación tus hijos o las apariencias. Y tu vida va pasando y un día, descubres que ya pasaron 20 años y sigues en la misma toxicidad, y críticas lo mal que está la sociedad, pero tú eres parte de esa violencia generalizada, que se traduce en niños malcriados, tiroteos en escuelas, bullyng, y tú infierno se vuelve cada vez, más caliente y en el fondo, sientes un terrible vacío.
No normalices la violencia. Tú tienes la respuesta. Sal de esa tóxica relación ahora. Ya basta de vivir en la cárcel y con el carcelero.
Vales mucho, no te dejes pisotear.

(El Hombre sonríe y el telón cae terminando la obra).