IV CUADRO.

Escenario.

La misma iglesia del cuadro anterior.

Eulalio.

(Acostado en una banca, ha despertado). Me parece que me he quedado dormido.

(De uno de los lados, se presenta el ministro).

Ministro. El servicio comenzará en breve.

Eulalio. ¿El eclipse ya ha pasado ?

Ministro. (Sentándose). ¿A qué eclipse se refiere ?

¿El total de sol ?

Eulalio. ¿No ha ocurrido nada espectacular ?

Ministro. Lo de siempre. Algunos miedosos no salieron a la calle. Otros que solo quisieron hacer noticias sensacionalistas…Nada fuera de lo común.

Eulalio. Creo que tuve una terrible pesadilla.

Ministro. Tal vez sea una advertencia.

Eulalio. Quizá debo de acercarme más a Dios.

Ministro. Es una muy buena idea.

Eulalio. (Levantándose). Le agradezco mucho ministro. Es hora de irme.

Ministro. Cuando quieras venir, eres bienvenido.

(Eulalio hace mutis mientras el ministro sonríe y el telón cae terminando la obra).